Ya viene la fiesta de Pentecostes




Hermanos,

Este domingo 23 se celebra la fiesta de Pentecostes. Preparemonos para recibir con fe al Espiritu Santo.

Hechos 2, 1-4

“Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido, semejante a un viento impetuoso, y llenó toda la casa donde se encontraban. Entonces aparecieron lenguas como de fuego, que se repartían y se posaban sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo”.

Importante recalcar los dones que recibimos, los listo para que los apreciemos mas:

Dones del Espíritu Santo

Para hablar del Espíritu Santo utilizamos símbolos, porque su personalidad la tenemos menos definida que la del Padre o la de Jesucristo. No sabemos definir muy bien qué es el Espíritu pero sentimos su fuerza, su libertad, su alegría, su vida, su amor. Le experimentamos como luz y fuego, como brisa y viento y como dador de dones. Dones que no son adorno sino alimento porque robustecen, liberan y salvan. Son gracia y esperanza; son la misma vida.

Don de sabiduría

El don de sabiduría tiene más que ver con el sabor que con el saber, es el don de buen gusto en las cosas del Espíritu. El saber discernir, disfrutar, agradar. Es la espontaneidad con Dios. La fraternidad con los hombres. La alegra confianza.
Es saber gustar donde la gente sólo consume; saber disfrutar donde la gente se intoxica, saber parar donde todo el mundo tiene prisa. Elñ don de sabiduría es el don de vivir, de apreciar y sentir a Dios en la vida, en el aire, en los hombres, en la naturaleza...

Don de entendimiento

Es el don de entender y comprender lo que más merece la pena conocer: entender a Jesús, comprender su doctrina, conocer al Padre y al Espíritu. Entender por dentro, profundizar, penetrar, estudiar a fondo, llegar al corazón.
Es ver con los ojos de Dios, entender con su mente, contemplar con su Espíritu. Reconocer la mano de Dios donde otros ven sólo circunstancias humanas. Descubrir amor en el sufrimiento.

Don de consejo

El consejo se basa en la sabiduría y en conocimiento. El don de consejo es aconsejarnos y aconsejar. Vivimos unos junto a otros y el mejor servicio que podemos prestarnos es ayudarnos a tomar decisiones. La palabra oportuna, el consejo legal, el momento de luz cuando todo era oscuro. El escuchar callado y atento cuando alguien habla en confianza. Silencio que puede ser el mejor consejero.

Don de fortaleza

El don de fortaleza es fuerza, valor, constancia, perseverancia. El don de fortaleza no es sólo para ocasiones extraordinarias, es para todas las ocasiones y para todas las horas. Es el don que da fuerza para vivir. Fuerza que viene de arriba, de dentro, del Dios que nos creó y nos puso en este mundo, un mundo con peligros que él sabe y contratiempos que él conoce; ahora refina su presencia y aumenta su poder en nosotros con el don del Espíritu que llena nuestras facultades y protege nuestros sentidos.

Don de ciencia

El don de ciencia es la llamada urgente a ejercer en todos los campos del saber. Nos enseña a juzgar rectamente las cosas creadas, a ver en ellas un reflejo de la imagen de Dios y a amarlas. Nos revela el orden del universo, que es igualdad, justicia, paz.
Por este don el Espíritu ilumina nuestra inteligencia y la capacita en la búsqueda de la verdad.

Don de piedad

El don de piedad es el don de sentirse hijo. El don de tener a Dios por Padre y saberlo y disfrutarlo con paz y alegría filial. El don de piedad es sentir ternura, obediencia, admiración y afecto hacia Dios como Padre. Es don de familia. Dios es Padre de todos. Don de fraternidad, que nos hace sentirnos hermanos sin fronteras.

Don de temor de Dios

El don de temor de Dios es la conciencia humilde de la propia fragilidad. Es el don de la reverencia, del respeto a Dios y a los hermanos. Este temor, nacido de la reverencia y del misterio, acalla los labios y dobla las rodillas, logra así una intimidad mayor. Es el don de sentirse pequeño ante la grandeza de Dios.

No olvidemo al Espiritu Santo, pidanmosle fuerza, dones y fe.

ESPÍRITU SANTO,
sé voz profética en nuestros grupos y comunidades,
háblanos de lo concreto y dinos que hacer,
haz que nuestras acciones vuelen con nuestros sueños,
no dejes que reinen en nuestros corazones los esquemas del mundo,
denuncia nuestros conformismos e instalaciones,
hincha las velas de nuestros anhelos más evangélicos,
destruye nuestros miedos y temores al riesgo,
libera nuestros cuerpos para lo nuevo,
da luz a nuestras miradas para ver
lo más urgente, oportuno y eficaz,
ábrenos a tu llamada a lo diferente,
disponnos al discernimiento comunitario de tus signos.

ESPÍRITU SANTO,
exígenos, denúncianos, ilumínanos, consuélanos,
sé voz profética en nuestra conciencia,
háblanos en lo concreto a nosotros,
pobres y desorientados,
que nos ponemos en tu presencia.
Arde entre nosotros con tus dones
para que seamos luz y sal,
signo y símbolo de lo nuevo, del Reino de Dios
que ya está entre nosotros. Amén.


POR RAUL ALONSO

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