Los Deuterocanónicos , mas allá de la simple explicación

Conversando con mis amigos evangélicos sobre el Canon Bíblico (Parte 2)
Reproduzco esta conversación porque puede servir de ayuda y guía a la hora de explicar a nuestros hermanos cristianos de otras denominaciones exactamente que creemos y por qué.
Autor: José Miguel Arráiz | Fuente: ApologeticaCatolica.org

Continuando con la serie de conversaciones entre amigos sobre temas de apologética, les comparto un nuevo diálogo ficticio que continua la conversación anterior donde se analizaban las diferencias en la Biblia que utilizamos los católicos y nuestros hermanos cristianos de otras denominaciones. Como se había mencionado, a la Biblia protestante le faltan 7 libros que llamamos deuterocanónicos y que son: Tobías, Judit, Ester, I Macabeos, II Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico (también llamado "Sirac") y Baruc. Como de costumbre los argumentos los he recogido de conversaciones que he tenido de este tema a lo largo de los años. Los nombres de quien participan no son reales.
Miguel: Hola José:, me gustaría continuar con nuestra conversación sobre el canon, ya que quedaron algunos puntos a analizar y me gustaría tener tu opinión.
José:: Adelante.
Miguel: Otra de las razones por las cuales he podido averiguar que la Iglesia Evangélica rechaza los libros que llamas deuterocanónicos y no los incluyen en sus Biblias, está en que estos libros no dicen ser inspirados por Dios. No se encuentran en ellos frases como "Así dice Jehová", "Vino a mí palabra de Jehová", "Habló Jehová a..." sino que por el contrario confiesan su inspiración humana, tal y como aparece en el segundo libro de los Macabeos: "...yo también terminaré aquí mismo mi relato. Si ha quedado bello y logrado en su composición, eso es lo que yo pretendía; Si IMPERFECTO Y MEDIOCRE, he hecho cuanto me era posible." (2 Macabeos 15,37-38). ¿Cómo podría ser Palabra divina un libro que reconoce la posibilidad de ser imperfecto y mediocre?
José: No debes perder de vista que si bien en la Biblia el autor principal es Dios, el autor secundario es el hombre, y este, aunque escribe bajo inspiración divina, no siempre ni necesariamente está consciente que lo hace.
Hay muchos ejemplos donde esto se observa en otros libros que si aceptan las iglesias evangélicas. Allí tienes el caso del evangelio de Lucas, que reconoce que escribe no bajo la orden de Dios, sino para transmitir los sucesos ocurridos en tiempos de Jesús a Teófilo. Lo que escribe tampoco lo asume como palabra de Dios, sino como simple fruto de su investigación al consultar a los testigos oculares de aquellos acontecimientos: "Puesto que muchos han intentado narrar ordenadamente las cosas que se han verificado entre nosotros, tal como nos las han transmitido los que desde el principio fueron testigos oculares y servidores de la Palabra, he decidido yo también, después de haber investigado diligentemente todo desde los orígenes, escribírtelo por su orden, ilustre Teófilo, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido." (Lucas 1,1-4).
Otro ejemplo lo vemos en el libro del Eclesiastés que reconoce de plano ser palabra de un hombre, un hijo de David: "Palabras de Cohélet, hijo de David, rey en Jerusalén" (Eclesiastés 1,1), y más adelante reconoce desconocer cosas que Dios sabe: "¿Quién sabe si el aliento de vida de los humanos asciende hacia arriba y si el aliento de vida de la bestia desciende hacia abajo, a la tierra? Veo que no hay para el hombre nada mejor que gozarse en sus obras, pues esa es su paga. Pero ¿quién le guiará a contemplar lo que ha de suceder después de él?" (Eclesiastés 3,21-22). Te invito a hacer un ejercicio: revisa cada libro de la Biblia y cuenta cuantos no dicen ser palabra de Dios. Te sorprenderás.
Por otro lado, el que un libro afirme ser palabra de Dios no hace que lo sea. El Corán y el libro de Mormón afirman ser Palabra de Dios y ustedes no los aceptan como tal.
Miguel: Es cierto no los aceptamos.
José: Entonces, si ustedes aceptan como parte de sus Biblias libros que no afirman ser Palabra de Dios, y no necesariamente aceptan cualquier libro que diga serlo, no es coherente rechazar los deuterocanónicos por esta causa. Nosotros en cambio, razonamos distinto: no aceptamos la Biblia como inspirada divinamente porque ella misma lo diga, lo hacemos porque creemos que Cristo, que es Dios y Hombre verdadero, fundó una Iglesia y esa Iglesia da testimonio de que esos libros están inspirados por Dios.
Miguel: Pero si la Iglesia se corrompe ¿Que garantía pueden tener que el discernimiento que hacen es correcto?
José: Lo que sucede es para nosotros es dogma de Fe que la Iglesia es indefectible, un tema que podemos conversar luego, y quiere decir que aun estando formada por seres humanos, débiles y pecadores será siempre "la Iglesia del Dios vivo, columna y fundamento de la verdad" y esto incluye su imposibilidad de fallar en la consecución del fin sobrenatural para el que ha sido fundada por el Señor Jesús: para hacer perennemente presente la obra de la salvación.
Pero he aquí precisamente una contradicción en el núcleo del protestantismo, ya que la mayoría cree que la Iglesia se corrompió a raíz del edicto de Milán en el año 313 d.C, y si realmente esto ocurrió tanto ustedes como nosotros tenemos un canon del Nuevo Testamento definido por una Iglesia corrupta [1] ya que la definición del Canon ocurrió después.
Miguel: Puedo aceptar que en la Biblia haya libros que no digan ser Palabra de Dios, pero eso es una cosa y otra es aceptar libros que enseñan errores e incluso contradicen el resto.
Allí tienes el eclesiático, que afirma que Dios aborrece los malvados, además pide ayudar al bueno y no al malvado: "Que también el Altísimo odia a los pecadores, y de los impíos tomará venganza. Da al hombre de bien, y del pecador no te cuides." (Eclesiástico 12,6-7). ¿Tú mismo no has dicho en alguna ocasión que Dios odia al pecado pero ama el pecador?. En el Nuevo Testamento encontramos también que Dios nos manda a ayudar al que nos pide (Mateo 5,42)
José: Al ser el hombre el autor secundario de la Biblia, muchas veces queda en ella rastros de su parte humana que deben ser interpretadas en su contexto, al igual que hay otros textos que deben ser entendidos en sentido espiritual. Cristo vino precisamente a clarificar y dar plenitud a la Revelación. En esos textos vemos como el cristiano debe rechazar a los enemigos de su alma, no a las personas, porque "nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas." (Efesios 6,12)
Si no entendemos esto de esta manera, tendríamos que excluir no solamente ese texto que me dices, sino otros que también están en la Biblia protestante: "Derrama sobre ellos [mis enemigos] tu ira, Y el furor de tu enojo los alcance. Sea su palacio asolado: En sus tiendas no haya morador. Porque persiguieron al que tú heriste; Y cuentan del dolor de los que tú llagaste. Pon maldad sobre su maldad, Y no entren en tu justicia" (Salmo 69,22-28). Y así como estos hay muchos otros textos similares.
Miguel: Pero inclusive en algunos deuterocanónicos se aprueba el mentir o el suicidio que ambos estamos de acuerdo en que son pecado. ¿Es que acaso esos también hay que interpretarlos en sentido espiritual?. Observa que Judit por ejemplo pide a Dios palabras para engañar "Dame palabras para poder engañarlos y causarles el desastre y la muerte, pues tienen planes perversos contra tu alianza, contra el templo consagrado a ti, contra el monte Sión y contra la ciudad que es hogar y propiedad de tus hijos" (Judit 9,13).
El segundo libro de los Macabeos justifica el suicidio: "Las tropas estaban ya a punto de tomar la torre donde se encontraba Razís, y trataban de forzar la puerta de fuera, habiendo recibido órdenes de prender fuego y quemar las puertas, cuando Razís, acosado por todas partes, volvió su espada contra sí mismo, prefiriendo morir noblemente antes que caer en manos de aquellos criminales y sufrir injurias indignamente". (2 Macabeos 14,41-42).
José: Analizar en detalle la moralidad de los actos que mencionas podría desviarnos bastante del tema. En el caso de Judit, ella oraba para poder salvar al pueblo de una inminente aniquilación, y lo logró. No es muy distinto a lo que hizo la prostituta Rajab, al mentir al rey para salvar a los espías judíos que exploraban la tierra prometida (Josué 2,1-6), y a la que el apóstol Santiago alaba y afirma que fue justificada por sus obras (Santiago 2,25). El libro del Éxodo alaba a las parteras egipcias que mintieron al Faraón para salvar a los judíos recién nacidos (Éxodo 1,15-21).
El suicido de Razías ocurre cuando iba a ser apresado, torturado y asesinado. No es una situación distinta a la de Sansón, quien aprisionado pide ayuda a Dios para que le de fuerzas y pueda derrumbar las columnas del lugar donde estaba causándose a sí mismo la muerte, junto con los filisteos que estaban en la casa. Y lo más llamativo de todo, es que efectivamente Dios le auxilia y le ayuda a lograrlo: "Sansón invocó a Yahveh y exclamó: «Señor Yahveh, dígnate acordarte de mí, hazme fuerte nada más que esta vez, oh Dios, para que de un golpe me vengue de los filisteos por mis dos ojos.» Y Sansón palpó las dos columnas centrales sobre las que descansaba la casa, se apoyó contra ellas, en una con su brazo derecho, en la otra con el izquierdo, y gritó: «¡MUERA YO CON LOS FILISTEOS!» Apretó con todas sus fuerzas y la casa se derrumbó sobre los tiranos y sobre toda la gente allí reunida.." (Jueces 16,28-30).
Por supuesto, podemos ponernos a discutir si esos actos fueron objetivamente buenos o malos, pero el hecho es que si rechazan unos libros por esa causa también tendrían que rechazar los otros que si aceptan.
Miguel: Si, es para pensarlo. Ahora bien, también he investigado sobre otra objeción que me pareció importante. En el libro de Tobías, uno de los libros que llamas deuterocanónicos, se apoyan las prácticas de brujería: "Cuando terminaron de cenar, decidieron ir a acostarse. Llevaron al muchacho a la habitación. Tobías se acordó entonces de lo que le había dicho Rafael. Sacó de su bolsa el hígado y el corazón del pescado, y los puso sobre las brasas en las que se quemaba incienso. El olor del pescado no dejó acercar al demonio, y este salió huyendo por el aire hasta la parte más lejana de Egipto. Rafael fue y lo encadenó allá, y volvió inmediatamente". (Tobit 8,1-3). ¿Cómo podría el olor a pescado quemado ahuyentar a un demonio? ¿No parece más bien una práctica pagana?
José: Vale la pena tomarse el tiempo de leer todo el libro que no es muy largo y destaca por su hermosura. Si lo haces verás que más que asumir que el demonio fue ahuyentado por el olor a pescado, se señala allí la obediencia específica a las instrucciones del ángel, y de hecho la primera cosa que hizo Tobías al entrar en la pieza matrimonial fue poner en práctica lo que él le aconsejó. Dudo que el olor del pez deba ser interpretado en su sentido literal, como si el demonio huyera del mal olor, sino en sentido simbólico y espiritual: el bien vence al mal. Con esta victoria del ángel Rafael sobre Asmodeo se cumple una parte principal del plan de Dios sobre Sara: su curación, encomendada por Dios al ángel, y la lección más que una promoción de prácticas de brujería, es enseñar que para quien ama a Dios, la obediencia al Señor y la oración en familia espantan todos los males (Tobías 6,18; 8,5). Todo esto da unificación al relato donde la figura de un pez es el instrumento que Dios elige para sanar y liberar.
Dios, cuando y como le parece, hace que las más mínimas cosas sirvan de instrumentos para sus milagros. Así como el Señor Jesucristo con un poco de barro mezclada con saliva curó a un ciego de nacimiento (Juan 9,6), el agua del bautismo (1 Pedro 3,21) es el elemento visible que Dios ha elegido para regenerarnos por medio del Espíritu Santo, Dios obraba por medio de los mandiles y pañuelos de Pablo también milagros (Hechos 19,12), y para que se curara Naamán el sirio se le requirió bañarse en las aguas del Jordán (2 Reyes 5,9), lo mismo Dios puede utilizar un pez o cualquier otro elemento visible.
Miguel: Me parece interesante lo que dices, lo tengo que reflexionar.
José: Lo importante es tener claro que no es cada persona individualmente quien decide qué libro forma parte de la Biblia conforme a sus concepciones personales [2]. Si eso fuera así, con las diversas interpretaciones de la Biblia que hay, cada quien tendría una Biblia distinta acomodada a sus gustos y propias interpretaciones.
El propio Lutero reconocía que había recibido las Escrituras de la Iglesia Católica pero terminó rechazando libros que todos los concilios realizados por los únicos cristianos que existían antes que él aprobaron, como si su opinión valiera más que la de ellos. A mí siempre me ha parecido curioso que la Biblia protestante terminara por tener 66 libros, y la nuestra 73.
Miguel: ¿Por qué curioso?
José: No lo tomes muy en serio porque puede ser una simple casualidad, pero en la Biblia los números suelen tener un significado simbólico. El número 7 por ejemplo simboliza la perfección, el 6 en cambio representa la imperfección (de hecho el número de la bestia es el 666).
Miguel: Si, pero no entiendo a dónde vas.
José: Pues que la Biblia protestante tiene 66 libros. SEIS - SEIS, recuerda que acabamos de decir que el 6 es el número de la imperfección. Si le sumamos los 7 deuterocanónicos (SIETE - número de la perfección) suman 73, los libros que tiene la Biblia Católica. Mientras no los tenga será una Biblia incompleta e imperfecta, una Biblia de SEIS - SEIS libros.
__________________________________________
NOTAS
[1] Martín Lutero en su comentario sobre el evangelio de San Juan reconoció: "Estamos obligados de admitir a los Papistas que ellos tienen la Palabra de Dios, que la hemos recibido de ellos, y que sin ellos no tendríamos ningún conocimiento de ésta"
[2] Es común que en el protestantismo se aleguen otras razones similares para rechazar los deuterocanónicos porque chocan frontalmente con en su teología. Por ejemplo, rechazan Tobías por enseñar que se puede obtener el perdón de los pecados por medio de la limosna "Dar limosna salva de la muerte y purifica de todo pecado. Los que dan limosna gozarán de larga vida" (Tobías 12,9), aunque la epístola de Pedro dice esencialmente lo mismo: "Y sobre todo, tened entre vosotros ferviente caridad; porque la caridad cubrirá multitud de pecados" (1 Pedro 4,8). El rechazo de los libros de los Macabeos (analizado en la conversación anterior) por su apoyo implícito a la doctrina del purgatorio es otro ejemplo.

__________________________________________
Episodios de esta conversación:
Conversando con amigos evangélicos sobre el tema de los santos
Conversando con amigos evangélicos sobre las Imágenes Sagradas
Conversando con amigos evangélicos sobre el tema de la Salvación
Conversando con amigos evangélicos sobre el pecado
Conversando con amigos evangélicos sobre el Purgatorio
Conversando con amigos evangélicos sobre la oración por los fieles difuntos
Conversando con amigos evangélicos sobre el Canon Bíblico

Comentarios

Entradas populares de este blog

3 Razones para establecer si Dios comparte o no su Gloria con todos sus hijos

LOS DEUTEROCANONICOS, LOS USO REALMENTE NUESTRO SEÑOR JESUS ?

Es cierto que los muertos no tienen conciencia ?