PENSAMIENTOS SERÁFICOS

PENSAMIENTOS SERÁFICOS

XXXVI. “UNIDAD DE LA FE”

El conjunto de todas las verdades enseñadas por el Divino Maestro y proclamadas por la Iglesia, a quien Él constituyó depositaria de su doctrina y Maestra de todos los hombres, es lo que forma el depósito de la Fe, o las verdades que debemos creer. Y aunque esas verdades son muchas: Trinidad de Dios,

Divinidad de Jesucristo, Virginidad de María, presencia real de Cristo en la Eucaristía, existencia del pecado y su castigo… la Fe es solamente una. No puede partirse ni fragmentarse sin dejar de ser fe. La razón de por qué nosotros creemos no es que nuestra inteligencia comprenda mejor o peor dichas verdades, sino porque entregamos nuestra confianza incondicionalmente a Jesucristo, reconociendo su Divinidad infalible y admitiendo, por su Palabra, como verdad incuestionable cuanto Él nos enseña. Por eso la fe es una, es un don sobrenatural. Las verdades que integran el conjunto de doctrina revelada no pueden admitirse o rechazarse, en todo o en parte, porque se entienden o porque nos agradan. Se admiten porque Cristo nos las enseña. Sólo fiados en su Palabra. No se puede, pues, admitir unas y rechazar otras de estas enseñanzas sin hacer ofensa a Cristo. Es una sola Fe, invitación que Cristo nos hace. Y una sola respuesta: nuestra vida.

Repite frecuentemente la frase del evangelios: “Señor, yo creo, pero aumenta mi fe”.